Río `Caracas´ limpia su cauce con lluvias de junio, 2017
Río Caracas limpia su cauce con lluvias de junio, 2017 |
La Voz del Río/ Comunidad
Por Abg. Edinson Lares/ Opinión
Por Abg. Edinson Lares/ Opinión
Ante las repetidas denuncias a través de
este medio alternativo comunitario del fétido olor a cloaca que corre desde hace
años, por todo el lecho del longevo río “Caracas”, otrora corredor de agua para
el consumo humano, en tiempos de “encontrar” Colón, su nunca esperado “paraíso
terrenal”, en aquellos inolvidables días de inicio de la “colonización y
conquista española” desde 1492 para acá; que llamaron “Río Santa Lucia” en la
fundada “Villa del Valle de Santa Lucia” entre 1498 y 1500; y cuya “Villa”, pasó más
pronto que tarde a ser considerada primordial para los asuntos políticos,
económicos, sociales, comerciales y religiosos en las Islas de Margarita, Coche
y Cubagua, cuando lo confirma un documento fechado el “26 de marzo de 1526”, certificando
la actividad en desarrollo de estas ínsulas, encontrado por el siempre
recordado historiador pampatárense “Jesús Manuel Subero”, en la Biblioteca de la
ciudad de Cádiz, en España,
Pero, vamos por parte ha desojar la
historia de un río emblemático que identifica a una actual ciudad con señales
de histórica y colonial; pero, cuyo nombre autóctono aborigen nadie recuerda ni
de atrevido, luego que es declarada ciudad con “título y escudo de armas” para
1600; siendo muchos años antes, arrasada por el tirano “Lope de Aguirre” junto con
sus “Marañones”, en 1561, y la cual, como pocas “Villas” en nuestro lar
insular, está quedó destruida hasta sus cimientos junto con “curas colgando por
santo lugar” en el siempre señorial “Convento de Franciscanos”, ayer “Palacio
Legislativo” ahora “Asamblea Legislativa Regional”.
Lo cierto es que, para 1959, unos
“Técnicos de Cartografía Nacional” forjan una gran torta documental al levantar
“planos locales” en la ciudad de La Asunción, con mención del simbólico y
antiguo “Río La Asunción”, para proyectar el nuevo puente “Caracas” sobre la
otrora calle “Táchira”, hoy Av. “Juan Cancio Rodríguez” y escriben “Rio Caracas”,
en vez de “Puente Caracas”. Sí, cierto es que no hubo desperdicio, cuando una
omisión “gubernamental” se concatenó con la otra desfigurada irrealidad de no
saberse de forma segura y exacta la verdadera fecha de fundación de la bautizada
“Villa del Valle de Santa Lucia” en aquellos -ahora- también años de
“Colonización y Conquista”. No esclarecer nunca el nombre aborigen verdadero de
importante fuente de agua dulce que mana del pináculo del “Cerro El Copey”.
Ya lo escribí una vez por este medio, y
vuelvo a repetir palabras más o sentencia menos para que -y creo- se entienda:
“Si no llueve en esta ciudad del silencio, no se limpia el río de tanta aguas
negras y basura acumulada que nadie repara en recoger”. Pero, si a ver vamos, no
hay autoridad ambiental estatal ni municipal que valga, cuando pasa el o las turistas
nacionales y extranjeras, tomando fotos a lo "Pacheco" y no hay quien se avoque a
darle amor verdadero; cuando ni el propio pueblo sale a rescatar joyas como: El
Puente Colonial, Las Fachadas de la “Calle Unión” que, siendo primera en la
ciudad, desde tiempos inmemoriales en la olvidada fundación, fea se ve y llena vive
de huecos. Y, que pensar al tropezar, quien la visita en cada mes de agosto, colmada
de incongruentes sentimientos por festejar la asunción de la virgen; pero exhibido
el típico rechazo al mágico patrimonio que aún conserva, difamado el natural
gentilicio por lo nuestro que nadie confunde en este lar.
Ya se inició desde el pasado primero de junio la temporada de tormentas y
huracanes en la región del Mar Caribe, las lluvias han refrescado el ambiente
local en una población que debe estar atento a esas señales inequívocas que la
naturaleza nos muestra; pensar que entes públicos y privados se están
proponiendo para enfrentar posibles daños por repetidas causas naturales de
lluvia, desborde, acumulación de escombros y basura sobre calles, ríos y tubos
desagüe de aguas servidas; pues, nada se observa más desalentador, el ver a jóvenes “disociados” acompañados por autoridades
municipales echando más basura en plena calle sobre la tierra insular que
pregonan “querer”. No en balde, nuestro emblemático único río Caracas limpia su cauce
con lluvias de junio, 2017.
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