Paranoia al socialismo explica antípodas en la República Bolivariana de Venezuela

Paranoia al socialismo explica antipodas en la RBV
La Voz del Río/ Comunidad
Por Abg. Edinson Lares/ Opinión
Entre las muchas definiciones que tratan de explicar la conducta humana ante un hecho social individual y colectivo, está la de exponer con base científica la conducta privada que presentan las pocas personas locales, que en su entorno social desarrollan un observado desempeño que guía sus mentes o siques para oponer el distribuir oportunidad de progreso y bienestar colectivo, por una extraña apreciación  egoísta inducida de forma exógena. El cerebro, como órgano rector del equilibrio emocional de cada individuo, excluye o discrimina valores negativos, así como acepta o rechaza reglas de conducta para mejorar las relaciones interpersonales entre congéneres.
Con la aplicación de la lógica en toda actuación humana, se ha pretendido representar un modelo importante para explicar, conductas asociadas siempre a la capacidad de querer “hacer” y el “no realizar” o "el construir" con miras al futuro: viviendo el presente; como ser pensante, la medida de su conducta lo guía bajo preceptos legales, desarrollados para controlar la naturaleza violenta y contraria a la llamada “buena costumbre”, planteada como conductas pacíficas muy apreciadas y deseadas por la sociedad.
La paranoia o locura es una conducta propia de los seres humanos pensantes y, en los animales, se verifican como anomalía condicionada por su naturaleza salvaje, o cría domestica si es el caso, que separa condiciones especiales entre muchos de ellos; cuya manifestación permanente da paso a reacciones poco explicadas en el campo racional. En uno u otros individuos animales su manifestación alterada, es motivo de estudio científico ante la búsqueda de las mejores condiciones de supervivencia y convivencia animal; que explican reacciones por batallas campales, desencuentros incontrolados en indistintos géneros y, hasta muerte eminente de las o los participantes del drama.
Principios morales, legales y religiosos proponen la no violencia para dirimir conflictos de todo tipo entre las y los humanos; pero es contrario creer que las y los humanos al ser activados por causas exógenas en su racionabilidad, no logren detener la agresión verbal, material radial y de visual contenido audiovisual, con conocidas consecuencias; mucho menos se acuerda de “principios” enseñados con arraigo familiar que impulsan detener la fácil negación de la conducta, así como la verdad, sumamente violenta y reforzada por múltiples “tic” generalizados: en la conducta social de las y los humanos.
A lo anterior, podemos adelantar aquella imposición verbal que nace a la luz del miedo maternal de ver o encontrar que su prole sea agredida por un “extraño”, y en su interés de prevenir consecuencias, para que se defienda de la agresión en la que pueda ser parte; le repite siempre al alejarse de su lado: “No te dejes pegar de nadie, no seas pendejo y responde a quien te agreda; porque si no yo soy la que te voy a pegar”.
El socialismo, el Islam, la Biblia; y cuanto documento citen “principios de conductas y buen vivir” para la coexistencia familiar, colectiva y general entre seres pensantes, coloca como protagonista a la gente, luego a los seres animales, la naturaleza y el ambiente; sin priorizar respeto a estas -o aquellas- estructuras básicas sociales esenciales en la vida. Cuando buscamos entender a las y los disociados cargados de rencor, odio y violencia en extremo; surge la tesis de que: la paranoia al socialismo explica antípodas en la República Bolivariana de Venezuela.

Bien, haga un objetivo ejercicio en aquellas personas que “hablan mal” del socialismo y no se sorprenda de lo poco o nada que definen términos, como: Comunismo, Socialismo, Capitalismo y Antitético (No piense que la última palabra es inventada); igual, no se sorprenda si encuentra nula concordancia de lo que “tal o cual” persona sabe por definición de esas inenarrables expresiones.
Nota: Paranoia o trastorno delirante: "Una persona con trastorno delirante puede ser bastante funcional y no tiende a mostrar un comportamiento extraño excepto como resultado directo de la idea delirante. Sin embargo, con el tiempo la vida del paciente puede verse más y más abrumada por el efecto dominante de las creencias anormales".

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