Accidentes de tránsito terrestre representan un problema de salud pública
Por
Rosaré Marcano/ Opinión
TI-ADMT-MS-2016-1/ Ensayo
Accidentes de tránsito terrestre representan un problema de salud pública |
En nuestras poblaciones, basta con circular, transitar o viajar un rato
por las distintas calles para darnos cuenta de la irresponsabilidad con la cual
algunos ciudadanos conducen y transitan, observándose toda clase de
irregularidades.
Así, vemos conductores de
vehículos automóviles, minibuses, autobuses o vehículos de transporte escolar; que estacionan en lugares expresamente prohibidos, que circulan a exceso de
velocidad, desacatan, violan los diferentes dispositivos de control y
regulación, circulan en contrasentido, adelantan en forma indebida, hacen cambios
de canal indebidamente, reparan y acondicionan sus vehículos en plena vía en
franca desconsideración con el resto de la población y el ambiente, ingieren licores mientras conducen, utilizan aparatos electrónicos de
comunicación en pleno movimiento de la unidad automotora, abusan de la altura
del sonido; y sólo por nombrar algunas de las más o menos 300 diferentes
infracciones que se cometen como usuarios del sistema vial venezolano.
Dentro de este panorama, no se excluye la
conducta de los peatones que accionan de manera absurda contra la vida propia y
ajena, cual guerreros que “batallan” contra los vehículos desconociendo las
normas y prácticas legales de seguridad; y además, los pasajeros que con
deplorables actitudes conductuales conscientes o no coadyuvan para generar mala
calidad de vida en el tránsito terrestre. Todas estas malas prácticas aumentan
la vulnerabilidad de nuestros niños, niñas y adolescentes en el escenario vial, cuando transitan como peatones o como usuarios de transportes públicos o
privados.
En Latinoamérica casi 6.500
menores de 14 años mueren cada año en siniestros de tránsito de acuerdo a un
estudio privado que alerta sobre la gran inseguridad vial en la región. El
estudio realizado por el Instituto Mapfre de la Seguridad, (expresa) que los
países Latinoamericanos, que mayores esfuerzos tienen que hacer para mejorar la
seguridad vial infantil son: El salvador, Ecuador y Venezuela.
Según el Instituto Nacional
de Tránsito y Transporte Terrestre, Venezuela ocupa el primer lugar en
Latinoamérica y el tercero en el mundo, en hechos de tránsitos. Las pérdidas no
son sólo humanas sino también económicas, estas superan los 600 mil millones de
bolívares según reportes oficiales de las compañías aseguradoras.
La imprudencia al manejar motocicleta,
representa un grave peligro para el conductor, la persona que lo acompaña y
otros conductores a su alrededor. Dos de las
causas más frecuentes de siniestros, son el exceso de velocidad y la infracción
de las leyes de tránsito en las diferentes vías del país.
Sin duda alguna el problema
de (los accidentes) vial en Venezuela y en el mundo, es una bacteria de difícil
control, más aún, cuando sus raíces generalmente se debe a fallas
humanas, la negligencia culposa en el manejo y la violación de leyes y
reglamentos. Esto se debe a una desestabilización conductual, porque la misma
persona que conduce se coloca en riesgo la mayoría de las veces. Sin embargo, el
problema se agrava, cuando por la misma inobservancia a las normas, colocamos
en riesgo la vida y la integridad física de otras personas, especialmente los
niños, niñas y adolescentes que transitan por nuestras calles, que van solos al
Colegio como peatones o pasajeros.
Entre las
recomendaciones y propuestas que quisiera dejar plasmada en este ensayo,
se destaca la necesidad de la educación vial para todos los niveles de
enseñanza, desde la educación inicial, hasta los universitarios y de posgrado;
como una de las condiciones esenciales para un abordaje significativo. Teniendo
en cuenta al factor humano como la causa más importante de siniestralidad en el
tránsito, se considera que la educación es la estrategia fundamental para la
prevención.
Esto demuestra la falta de una adecuada cultura vial, automovilística, conciencia cívica y educación ciudadana; que nos permite afirmar: se requiere una acción clara y coherente que permita corregir este inaceptable accionar y transformarlo en una grande y adecuada cultura vial; lo que se traducirá en una mejor calidad de vida ciudadana.
NE: títulos y frases en paréntesis, nuestra.
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