Bermúdez atiende a diez personas y el resto quedó en pleno despelote

Bermúdez atiende a diez personas y el resto quedó en pleno despelote
La Voz del Río/ Comunidad
Ocurrió hoy 24/11/15, a eso de las nueve (9) am, en la entrada al edificio de la Gobernación Bolivariana del Estado Nueva Esparta, GBENE, cuando se adelanta el registro de personas para ser atendidas en sus básicas necesidades de material de construcción para reparar propias o alquiladas viviendas; por parte de la oficina encargada del “Instituto de Vivienda y Equipamiento de Comunidades”, INVIECO; ello previa anotación en hábiles lista elaboradas por las y los solicitantes desde tempranas horas de la mañana, que dos o tres funcionarias atienden a partir de las 9:30 am.
Llegué a las 8:10 am, acompañado con el comunicador comunitario Emerson Lares, editor de “La Voz del Río” (De gorra roja en la foto), con la sana intención de “registrarnos” para solicitar el beneficio social de “todo construcción” para reparar la heredada “casa vieja” de los abuelos acá en el municipio capital; cuyo otorgado beneficio revolucionario para miles de margariteños residentes o navegados, necesitados en mejorar la vivienda que ocupan, casi todas en condiciones infrahumanas tanto de espacio, como de construcción saludable para un sano habita, deben anotar sus nombres y apellidos en una “espontanea” lista, que pretende dar orden al sin igual desorden que motivan “vivos” y “personeros”, proclives al malestar de desatención ahora postulado por la nada mayoría socialista; pero sí anti demócrata minoría opositora.
Cuando llegó un personero del Instituto, de nombre Juan Bermúdez, como así lo escuché, con la firme intención de atender a diez (10) personas de la espontánea lista de solicitantes al registro, no sé si el funcionario interpretó que estas “no eran” personas registradas; sino que querían registrarse para ser atendidas posteriormente. De paso, él funcionario explicó que sólo atendería a estas diez personas, pues tenía una “reunión más tarde y no quería dejar a nadie esperando”. Tomó la lista y subió con el grupo al sexto piso, lo que dio como resultado que “el resto quedó en pleno despelote”.

Al instantes dos (2) funcionarias (No sé sus nombres y quedan sin identificar) se presentaron a registrar sin ningún consenso ni concierto a muchas personas, que aspiraban la esperanza de respetárseles su orden de llagada; y no que se les ignorase, como a las y los necesitados que preguntaban “si se estaba tomando en cuenta la lista”, claro con la antisocial frase, de: “Sr, busque quien es el último y espere que se le atienda”. Iban para las 10:30 am, y no esperé seguir escuchando más insólitas exclusiones oficiales alejadas del mandato constitucional. El 6-D gana Chávez.

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