CORPOELEC-SENECA apareció a reinstalar bombillas dañadas en calle Unión Oeste
CORPOELEC-SENECA apareció a instalar bombillas dañadas |
Fuente: La Voz del
Río/ Comunidad
Por Abg. Edinson Lares Rojas
Hay luz en el sector
“Oeste” o la recordada “Cueva de la Boca del Lobo”
Hasta hoy, son muy pocas las personas aún vivas que
recuerden, la felicidad que provocó la instalación de la energía eléctrica en
el año 1925; y en todos los alrededores de la conservada ciudad capital considerada
hasta hoy “histórica y colonial” de La Asunción. Igual es menester reseñar,
aquella singular actividad de encender antiguos faroles, que nunca se guardaron
como reliquia del pasado inmediato, ubicados por todas las calles de tierra y
empedradas en la misma ciudad; donde el progreso tecnológico y otras “malas
vibras” llegaron tarde en el mismo siglo 20.
Calle Unión Oeste. Cueva d la Boca del Lobo |
Valga recordar el casi marcial recorrido del encargado de
encender las llamadas “mechas” y llenar de kerosene toda lámpara, que estaban
distribuidas en todo el perímetro del otrora “Casco Central” de la ciudad; el
cual abarca unas diez (10) cuadras de “Este a Oeste” y cuatro o cinco (4 ó 5)
calles de “Norte a Sur”, iniciando el recorrido vespertino, desde la “primera
calle” de la ciudad que aún luce mal cuidada; siendo esta la larga calle “Unión
Este-Oeste”, cuya división cardinal se produce en la esquina actual del edificio
con aspecto eclesial, porque como antigua “Ermita”, luego para 1920 hasta 1988 “Mercado
Municipal” y actualmente “Sala de Teatro Santa Lucia” desde 1994.
Hay luz en el sector "Oeste"... |
Así pues, el pasado jueves 23 de julio del presente año,
los diligentes trabajadores (ello algo discutible, claro) de CORPOELEC-SENECA, acá en el sector se
creé apareció a reinstalar bombillas
dañadas, por reiteradas llamadas de las y los vecinos, desde hace un largo
periodo de años; y no porque al día siguiente, la Patrona de Margarita o
“Nuestra Señora la Virgen de La Asunción” pasaría por la calle Unión Oeste; en su habitual recorrido cada año, por todos los
pueblos del estado Nueva Esparta.
Aunque.., comulgantes de la fe cristiana en números bien
reservados, confirman que sus inclementes súplicas se escucharon en el portal
del cielo, puesto que hasta los buenos espíritus –y pocos vivos, amigos de lo
ajeno- que aún deambulan por la conservada zona colonial; no aguantan un día
más sin ver las necesarias bombillas llenas de luz.
De hecho, hasta el centinela colonial del “Puente de
Piedra”, lo han visto pasar con el sereno “chiquito y moreno” de aquella
primera década olvidada del siglo 20, encendiendo los clásicos faroles que aún
ven en las actuales calles llenas de huecos y bien resquebrajadas; todo está
claro, ellos, lucen bizarros con hermosos trajes y hablan en voz baja: Hay luz en el sector “Oeste” o la recordada
“Cueva de la Boca del Lobo”.
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