“Hay que cultivar el amor por las muñecas de trapo como expresión de la creatividad venezolana”
Fuente:
María Isabel Pérez Peña
CNP: 9.686
El artista Reverón se interesó profundamente por la acción de
la luz sobre las formas. Entusiasta del impresionismo francés, su pintura evolucionó a la abstracción y el simbolismo. Además, las muñecas
hechas por el artista plástico desempeñaron un rol fundamental en su proceso
creativo
“Hay que cultivar el amor por las muñecas de trapo como expresión de la creatividad venezolana” |
Prensa Iasbtiebne, mayo 2015.- El pasado 10 de mayo se cumplieron 126 años del nacimiento del artista
plástico Armando Reverón, quien ha sido considerado el mejor pintor y escultor
venezolano del siglo XX, además de haberle sido conferido el Premio Nacional de
Pintura en el año 1953. Es por ello, que en el marco de su mes natal (mayo), el
Instituto Autónomo de Servicios de Bibliotecas y Tecnología de la Información
del Estado Bolivariano de Nueva Esparta (Iasbtiebne), presidido por Leopoldo
Espinoza Prieto, preparó ayer viernes en la Sala de Usos Múltiples
“Asdrúbal Marcano” una actividad “in situ” que tuvo que ver con la
representación o “performance” de las muñecas de Reverón, en colaboración con
la Escuela Técnica de Artes Visuales “Pedro Ángel González” y sus estudiantes,
quienes realizaron hermosos dibujos alusivos a las muñecas de trapo.
La Directora encargada de este Centro de Arte profesora
Brizaida Millán, la profesora Xiomara Gamboa, coordinadora pedagógica; y el
profesor Cruz Acosta, encargado de elaborar el concepto creativo para esta
presentación, mostraron al público y usuarios asistentes a través de una puesta
en escena, una simulación de las muñecas creadas por el
pintor y que dieron origen a la última y delirante etapa expresionista de su
obra: la sepia; etapa figurativa caracterizada por el empleo de materiales
tales como tizas, creyones y por una fantasía teatral que se tornaba más y más
incontrolable pero que, a través de un dibujo que aspiraba a la corrección
académica, buscaba restituir su equilibrio emocional.
Posterior a esta representación, los alumnos
del 6to. Grado de la Unidad Educativa Nacional Bolivariana “Luisa Cáceres de
Arismendi”, ubicada en La Asunción, participaron en esta conmemoración, al
realizar en los espacios de la Biblioteca Pública Central “Loreto Prieto
Higuerey”, pinturas y dibujos en cartulinas, relacionadas a las muñecas de
Armando Reverón.
El Presidente del Iasbtiebne Leopoldo Espinoza
Prieto, habló sobre la valoración que en la actualidad la sociedad venezolana
le da al quehacer artístico nacional. Indicó que en Venezuela tradicionalmente
el artista era visto como un bohemio, sinónimo de borracho u
ocioso…”afortunadamente esto ha ido cambiando”, acotó.
De igual forma, mostró su satisfacción y
complacencia por la presencia de los colegiales en la actividad y expresó que
se trata de los “futuros artistas que se están formando para ser los nuevos
Reverón y Rengifo venezolanos”.
Con relación a la importancia de las muñecas de
trapo en la sociedad venezolana, se refirió al libro de Aquiles Nazoa: “La vida
secreta de las muñecas de trapo”, el cual se refiere a la biografía de las
hacedoras de esta emblemática artesanía nacional e indicó que “hay que cultivar
el amor por las muñecas de trapo, ya que significan la expresión de la
creatividad venezolana”.
Reverón: el maestro de la forma y la luz
tropical
El artista Reverón se
interesó profundamente por la acción de la luz sobre las formas. Entusiasta del impresionismo francés, su pintura evolucionó a la abstracción y el simbolismo. Los temas preferidos por él fueron el paisaje y el desnudo femenino. Su obra está
constituida por tres períodos: el azul,
el cual Lo inicia en 1920. Su
obra va estar caracterizada por una inmersión en una atmósfera sensual y
misteriosa, está dominada por el azul profundo de su paleta y una factura
espesa. Se trata de paisajes, retratos de Juanita (su esposa) y
majas.
La etapa del blanco, que se inicia alrededor de 1924 al abandonar el impresionismo, adquiriendo gran importancia el color blanco, que utiliza en composiciones de corte abstracto y figurativo; y finalmente, el sepia, que comienza en 1933 y se caracteriza porque empieza a pintar
sobre papel con un estilo gestualista. Pinta entonces obras de gran formato que
escenifican varias figuras desnudas en un interior, al tiempo que su producción
se torna dramática con acentos de expresionismo.
Armando Reverón murió el 18
de septiembre de 1954 en la ciudad de Caracas.
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