Flores verdes para Josefa Sulbarán

Fuente: Gaspar Velásquez Morillo

gasparvelasquez4824@gmail.com

Foto: artesanosdevenezuela.blogspot.com

Flores verdes para Josefa Sulbarán

Tu partida aún se siente y deja un desconcierto, en las praderas, colinas, montañas y caminos reales, eras como una cronista pictórica de los tiempos y quedó en la orfandad: tu paleta de colores, así como también los pinceles que están allí, de pie, quizás desgastados en el esmalte de su cuerpo y sus hebras ya no danzan con la magia que surgió de esa triada creadora y creativa: Josefa y su talento, la paleta de colores y su ejército de pinceles.

Manchi y Tobito a cada lado del umbral donde había el parto o el alumbramiento de un cuadro que duraba días por nacer, por ver la luz y la mirada de admiradoras y admiradores; sus pequineses disciplinados, sin retozar, sin ladrar, sin interrumpir la creación de Josefa, y que al pasar de las horas necesitan o reclamaban sus caricias y mimos, estos se arrastraban hasta que se echaban a los pies de Josefa, ya no se sabría en razón humana si era para buscar calor o darle calor a Josefa.

Ya consentidos de Josefa, ya no ladran, partieron con ella, Manchi tres años atrás y Tobito en el 2013, en más de una oportunidad, comentan familiares y vecinos, recordando a Manchi y a Tobito, que estos se acercaban al portón de la casa durante horas esperando el regreso de Josefa, bastaba un leve sonido de la entrada para por acto súbito de estos a estaban prestos a ver aparecer por allí a quien les dio, cariño, afecto, amor, ternura -el resto de la familia también se los dio- pero todo indica que el de Josefa era distinto y amantísimo. Cuentan que sentada Josefa se le acercó amiga a saludarla con un abrazo y un beso y Tobito que estaba en su regazo en sorpresivo y audaz movimiento le mordió y atravesó el labio de la visitante, eso fue carrera, desespero en la casa ese día por el labio rasgado y la sangre que no dejaba de manar. Tobito sintió la reprimenda visual de la familia y de Josefa, con complejo de culpa y castigado estuvo encerrado varios días. 

En cuáles caminos del encantador pueblito de Los Cerrillos –Valera – o en otros lugares de Trujillo, estarán Josefa, Manchi y Tobito, buscando y recogiendo los colores verdes creados por la Madre Naturaleza para colocarlos en su paleta y en tanto, que se ha de imaginar que en la mente de Josefa de donde surgían ríos de motivos y motivaciones pintadas de todos los tonos de verdes.

A la Patrona de Los Cerrillos, Santa Rosalía de Palermo, le brotará éste 14 de enero una lágrima verde en honor a Josefa Sulbarán.

Gracias Josefa por haber existido…por haber pintado…por darle razón a tu vida y encantar los sentimientos de quienes te rodeamos.