Comienza periodo de vacación escolar en la Isla de Margarita.

Fuente: La Voz del Río/ Opinión

Texto y Foto: Abg. Edinson Lares

Ante la avalancha de turistas nacionales urge arreglar todos los transportes

Todos los días "quien no trabaja no come", dice una máxima popular que en muchas ocasiones matutinas se corrobora de forma objetiva y personal, por todas y todos los habitantes de la RBV.
Por supuesto, en todo nuestro planeta azul, hay quienes por la propia independencia económica particular, dedican todo su mejor esfuerzo en ese cada día, parte de la noche y por cada año; trabajar incansable en actividades laborales útiles para la familia, el llamado "usuarios o usuarias" y el provecho de la sociedad; que marca el desarrollo económico comunal-municipal, regional y nacional; cuando responde a intereses superiores de progreso y bienestar social.

En nuestro país ocurre un explicable acontecimiento, cuando se habla de atención a los servicios públicos, en general, estos se idealizan con la "figurada" dirección del gobierno que trabaja en función del bienestar del pueblo; claro cuando se arguye como soporte a la bien calificada corresponsabilidad, participación y el papel protagónico del pueblo "opositor y oficial". Porque así se han dividido por razones políticas claras y llanas en esta necesaria revolución socialista; así como las y los que dirigen políticas públicas y toda(s) las instancias gubernamentales involucradas, que deben garantizar los postulados derechos constitucionales a todos y cada uno de las y los venezolanos.

Nada o ninguna acción social a favor del Poder Popular queda al margen de las leyes y la Constitución Bolivariana; a menos que aisladas personas, negadas a sus propios derechos y garantías, anden declarando el no "aceptar" el poder constituido y con toda libertad de expresión pregonan la ilegalidad de las y los electos por el poder popular o la verdadera mayoría; algo así como un "arroz con mango" cuando usan la garantía constitucional con inusual irrespeto y nulo acatamiento.
Todo el mundo lo sabe, en este país socialista abundan los artículos y literales de leyes y reglamentos que sobre materia de derechos humanos están por encima de muchas leyes y "pareceres" internacionales que nunca respetan a sus pueblos, dados en llamarse "primer mundo" y no ser más que unos egoístas confesos; no en balde, basta reparar en noticieros para adquirir conocimiento por buenos ejemplos: Vean las informaciones en fomento del odio desatado por agencias informativas en "USA", contra el "Mundo Árabe" y "Los pueblos Africanos" en los últimos diez años.

¿Quien es dueño de un trasporte público actualmente en la RBV?... Si es el tren que circula desde Caracas a los Valles de Tuy, y cito como ejemplo, cruza por mi mente en rápida sucesión de imágenes, el decir categórico que es el  pueblo y no el gobierno de turno; por todas las razones posible de interés colectivo y recursos económicos empleados en nombre del soberano; pero, y he allí el detalle, pocos en la oposición sin patria y muchos "apelantes" hacia el gobierno socialista, suman postura descalificada y contradictoria al buen uso del trasporte público; que en quince (15) años de revolución, demuestran que están ciegos a las obras, y ahora más negados por una enfermedad que aún no se investiga: ante los logros que las y los usuarios les incluye a todos para seguir viviendo con "suma felicidad" por lo que se evidencia hasta ahora.

La fotos son elocuentes... Esas unidades, de las que desconozco sus dueños, como otras que prestan servicio público en la ruta cinco (5) de La Asunción-Porlamar; requieren una urgente reparación general. Son pocas las que contaminan el ambiente con un sonido estridente que las identifica en servicio y grosería ambulante. Lloran sus dueños por un aumento de pasaje, cuando sus esclavos avances no reciben ni la cobertura de un seguro o atención médica; pero claro, si la culpa no la tiene el pueblo, se la endilgan al "régimen" ahora de Maduro.
Llegaron las vacaciones, y "el diablo" está por aparecer de nuevo en estas calles y avenidas saturadas de huecos, tal como la falta de consejos comunales que pongan orden al desmedido aumento de pasaje urbano y extra-urbano; cuando Alcaldes y Concejales en su mayoría no tienen respeto para usuarias y usuarios de este servicio de transporte necesario.