Grano de mostaza
Fuente:
Arizaida Arcia
Autor: William Fariñas
Virgen del Valle:
Milagro para las almas de los Pueblos
Nunca imaginaron aquellos
humildes pescadores de Araya que su faena del día se convirtiera en referencia
para decir: Allí se realizó un milagro de La Virgen del Valle
Como se sabe, unos ignominiosos degenerados
profanaron el aposento mariano despojando de la exhibición del templo piezas y
otras joyas, que la feligresía entregó como testimonio de gratitud y reverencia a la Sagrada Imagen. El tesoro que incluía una corona de la
respetada iconografía había sido robado el 10 de noviembre de 2009 del Museo
Diocesano, ubicado junto a la Basílica Menor Nuestra Señora del Valle.
Este
indignante hecho al ocurrir, fue reportado y de inmediato se desató una
persecución de los maleantes que huyeron en una rápida embarcación. Las
autoridades que no salían del asombro hicieron esfuerzos por aire y mar para
recuperar el caudal; Lamentablemente no se logró porque al verse acorralados,
los ladrones lanzaron el pillaje al fondo marino con la finalidad de no guardar
evidencias del delito.
Las piezas terminaron en la profundidad del Caribe, vía
marítima a la isla de Coche y Chacopata en el estado Sucre Venezuela.
Posteriormente algunos buzos, con intención devota, intentaron afanosamente
recuperar el tesoro y no lo lograron. A lo largo de la historia humana este
crimen contra los tesoros religiosos de muchos oratorios son cometidos por
piratas y antisociales que en su imaginería perversa visualizan al oro como
fuente de la riqueza mal habida.
Cada pieza, por muy pequeña que sea en sí misma es un
insondable agradecimiento espiritual de los creyentes y su valor trasciende a
lo material. No dudamos en afirmar que el móvil del hecho delictuoso fue el
robo en razón al importe monetario del oro de las prendas. Al contrario de los
malhechores, fue el fervor la motivación
sustancial de los humildes, honestos y dignos pescadores para devolver lo
encontrado.
Estos compatriotas insignes son muestra de los genuinos
principios y valores que la gente de nuestro pueblo posee. El auténtico tesoro
de la Virgen del Valle no son piezas de oro; es la fe, la esperanza y el amor
de los millones de creyentes que veneran a la Madre de Dios en esta sagrada
imagen del valle del espíritu santo.
La imagen de nuestra Señora del Valle es patrimonio de las
creencias y valores supremos de los orientales venezolanos; son incontables las
narraciones de personas, familias, pescadores y marineros de los amparos
recibidos y milagros vividos en cuerpos y almas. Este milagro incalculable de
la dignidad y naturaleza humana no permanecerá en vitrinas de cristal; estará
en el alma de los pueblos, en su gente sencilla y en su imaginario colectivo.
El retorno del tesoro de la Virgen Marinera en sí mismo
es un milagro. Es meritorio recordar por siempre este acontecimiento del año
pasado y a sus pescadores heroicos por siempre. La fe y nuestras creencias
trascienden a las necesidades materiales de la mundanal vida. Los antivalores
de consumo y miserias de espíritu alimentan las aberraciones del crimen, de las
drogas, las indiferencias, asesinatos, robos y demás hecatombes.
El mérito inalterable de estos hombres de pueblo ha sido
rescatar el verdadero y real milagro de nuestra creencia y protección de la
Virgen Purísima: tan sencilla como nuestras humildes oraciones para saber
discernir entre el bien y el mal, el saborear el don digno y temerario de la
faena de pesca, en el cariño y afecto a la virgen por los hombres y mujeres de
mar, de la fe inquebrantable que tenemos los orientales por nuestra Señora del
Valle y que cada cien años ocurre un milagro como este para que lo narremos
infinitamente a generaciones.
Misericordia con los escarmientos de los ladrones y mil
bendiciones a los pescadores de Araya por este milagro del alma a su pueblo
margariteño y oriental. ! Viva La Virgen Marinera! ¡Viva La Virgen de La Armada
Bolivariana!! Vivan los tesoros del alma y los milagros de La Virgen del Valle!
Viviremos y Venceremos.
Comentarios
Publicar un comentario