47 años del asesinato del dirigente del PCV
Fuente: Prensa Alcaldía de Marcano
El libro ¡Alberto Lovera, hermano! fue bautizado en la calle que lo vio nacer
Prensa Alcaldía de Marcano, 22 de sept. 2012.- “Un 18 de octubre del año 1965,
Alberto Lovera, miembro de la Dirección del PCV con largo historial en la lucha
social y política es detenido en las inmediaciones de la UCV por la policía
política del régimen gobernado por Raúl Leoni “así describe el periodista José
Vicente Rangel el llamado caso Lovera, quien a pocos días de su detención muere
asesinado por las torturas infringidas por los esbirros de la Digepol, que para
mal de ellos su cuerpo arrojado al mar Caribe en el estado Anzoátegui, aparece
a orillas de las playas de Lechería de esta jurisdicción, amarrado en cadenas y
un pico.
A
47 años de su desaparición y asesinato, el Fondo Editorial IPASME por intermedio de su director Pedro
Aliendre, y el alcalde Ibraín Velásquez rinden homenaje a este heroico
dirigente del PCV en la calle que lo vio nacer; la calle Marcano, mejor
conocida como la calle de Los Muertos de Juan Griego, en este acto se realizó
el bautizo del libro escrito por el hijo del líder vilmente asesinado; Alberto
Lovera Álvarez su hijo narra sus apreciaciones y recuerdos de los amigos de su
padre en esta obra titulada ¡Alberto Lovera, hermano! .
Deyanira
Uzcátegui y Pedro Aliendre por el Ipasme; Cesar Gonzáles “El Culí”; el ing.
Gustavo Márquez; Ramón Roquett; Pedro Salima; acompañaron en el presídium a
Alberto Lovera Álvarez y al alcalde Velásquez; siendo el presentador del acto
Pedro Salima, tomando la palabra posteriormente el alcalde Ibraín Velásquez; el
ing. Gustavo Márquez y cerrando Alberto Lovera A. quien transmitió la emoción y
agradecimiento por el acto, más cuando el alcalde ofreció gestionar crear un
museo, en el espacio donde nace Lovera para rendirle justo homenaje a los
héroes margariteños caídos en las diferentes luchas liberadoras.
Estos
relatos contribuyen a lo que se determina en el mismo libro “La muerte
creadora” que va contra la cultura de la desmemoria incentivada por un sistema
que lleva el terrorismo de estado hacia la impunidad de los derechos humanos.
Esa era la práctica cuarta republicana, que destaca José Vicente Rangel en su
libro “Expediente Negro” y que en su prólogo escribe Orlando Araujo sobre esta
condición de “la muerte creadora” que “Ninguna muerte, como ninguna vida, es
inútil si está realmente vinculada al ritmo de la historia. La vida de Alberto
Lovera sin duda estaba metido en ese ritmo…”
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