La Oposición y el Síndrome de Demóstenes
Fuente: Arizaida Arcia
Autor: Dipdo. William Fariñas
@williamfarinas
El
sabio naturalista y geógrafo Alejandro Von Humboldt fue un viajero incansable. Conoció más de medio mundo, y en especial visitó al
continente americano entre 1779 y 1804; permaneció en muchos lugares del
territorio venezolano por más de 16 meses, llegando inclusive hasta el mismo
Orinoco; además visitó Cuba, Colombia, Ecuador, Perú, México y Los Estados
Unidos. Retorna a Francia en agosto de 1804 y conoce a Bolívar en los salones
de Fanny du Villars.
En
París, le dispensó cordial acogida por su parentesco con las más distinguidas
familias caraqueñas. El joven Simón le visitó después casi a diario y compartió
las aventura del insigne viajero; el
diálogo entre ambos hombres enriqueció al futuro Libertador. Gran parte del
informe sobre el viaje a las regiones equinocciales del nuevo mundo, Humboldt
trataba no solo asuntos botánicos, geográficos y zoológicos; el sabio se
interesaba de manera rigurosa por la antropología y la historia de las regiones
que visitaba.
En
una de esas charlas se aludió el tema sobre la emancipación política de la
América española. Humboldt, vivamente emocionado, habló de las aspiraciones de
los criollos, recordando el unánime sentimiento de protesta que había
despertado la ejecución de José María España y de sus compañeros, primeros
mártires de la Revolución. Humboldt le confesó a Bolívar de su percepción sobre
el alto nivel político de los venezolanos comparado a otras regiones del
continente americano.
El
conocimiento y conciencia de las ideas libertarias y republicanas las percibió
inclusive más allá de la capital en el pueblo llano del interior. La
información que tenían los venezolanos de las ideas políticas europeas y los
problemas que enfrentaba la metrópolis con respecto a sus colonias le llamó
profundamente la atención al explorador y avivó aún más la llama
independentista del padre Bolívar. La grandeza del pueblo patriota venezolano y
de su Libertador no fue un azar de la historia. Siempre nuestro pueblo ha
estado a la altura de sus momentos históricos por su liberación e
independencia.
Muchas
veces la oligarquía y ahora burguesía han subestimado la madurez y conciencia
política del pueblo heroico de Bolívar. Más que ignorancia y desconocimiento es
mancillaje y segregacionismo de estas élites al considerar al pueblo humilde y
sencillo incapaz de comprender sus profundas responsabilidades de ser libre e
independiente; hasta el punto que el
abanderado de la plutocracia y el imperio, subestimo recientemente a sus
propios partidarios y al pueblo patriota
en general, con su pobre y deficiente discurso de candidato presidencial el
pasado 10 de junio 2012.
El
candidato de la oposición piensa que Venezuela es un pueblo vacío. Es cierto que no somos los griegos de la época
de los discursos de Demóstenes, no obstante este pueblo sagrado de Venezuela
sabe muy bien discernir que este político opositor de las ideas bolivarianas,
defensor de la burguesía y del imperio Yanqui, es incapaz de hilar un discurso
político coherente a la altura de estos tiempos heroicos y del pueblo de ayer,
hoy y siempre de Venezuela. Viviremos y Venceremos.
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