Pelo e bochinche: no se consigue nada. Y qué hay de todo

Fuente: La voz del Río/ Comunidad
Por Abg. Edinson Lares/ Opinión


Pelo e bochinche: No se consigue nada... 
Y qué hay de todo
        Camino al sitio llamado La Posa del sector “El Otro Lado del Río” de La Asunción, donde está ubicado el “Nuevo Mercado Municipal de La Asunción”, con el inmediato fin de comprar un “cartón de huevos” a precio –según- solidario de Bs. 2.800,00; escuché frente a la casa del popular “Pelo e bochinche”, la simpar expresión “no se consigue nada. Y que hay de todo” a manera de saludo, muy de boga en toda la región insular y pueblos orientales del País.
        Quise agregarle otra frase a la expresión del conocido conductor-avance de la denominada línea de transporte urbano         “La asunción-Guacuco“; pero solo me limité a responder gracioso su cordial y mañanero saludo, con una frase bien repetida por todos: “Así es… Gracias Dios”… Y, seguí caminando con la esperanza de encontrar a esa hora (7:50 am) no más de doscientas (200) personas haciendo cola para adquirir “uno o dos” cartones de huevos frescos.
        Como todo saben en esta ciudad, el susodicho “nuevo mercado municipal” de La Asunción, nunca tuvo el éxito esperado por incontables razones políticas, sociales, económicas y geográficas; que se esperaron por varios años, luego de ser cerrado el otrora “Viejo Mercado Municipal” inaugurado allá en el año 1920 y cerrado en 1980, ante el incomprensible uso urbano en medio de calles angostas y próximas al poco preservado “Casco Central” de la ciudad capital del estado Nueva Esparta: La Asunción; el cual estuvo ubicado en la antigua “Ermita de Santa Lucia” y las calles “Fermín y Unión Oeste” de La Asunción.
          Ahora bien, para iniciar la construcción del “nuevo mercado” hubo que soportar malas administraciones cuartas republicanas, gobiernos municipales mediatizados por estatales ciudadanos, que desojaron la flor de capacho de la ambicionada administración pública para “volar” a otros parajes; y por acérrimos residentes negados a todo cambio, o el –igual- no querer poner distancia a lo que siempre querían cercano, nada lejos ni complicado, que les rindiera ganancias para ellos y no a todos.
         Ejemplos, creo, ya se habrán olvidado en lo que es malas costumbres por estos lados, aunque está latente desde “hace y esos años” de espera por terminar un “proyecto urbano” que ni se parece a la obra que hace pocos años, fue entregada por no se sabe ahora “cuál o cuántas” fallas democráticas. Y, cuyo “mercado popular”, que no ha sido lo útil que se esperaba, ha pasado por la ignominia de la envidia, el egoísmo, robo de todo tipo y falta de amor hasta la coronilla.
         Bueno, cuando llegué a la instalación municipal, creo tutelada o “fiscalizada” por el Consejo Comunal “Otro Lado del Río”, apenas iban por el “número de llegada” 55 y pensando que por delante tendría unos 200 compradores; para tranquilidad personal me correspondió el número 56… A las 9:10 am, cuando llegó el camión con la remesa de “cajas de huevos” hasta para tirar al cielo; las y los usuarios pasaban de 130 personas. El precio de Bs. 2.800.00, no sé sabe por qué desfavorable decisión se recalculó a Bs. 3.000,00; dijo el conductor del camión de la empresa privada “Kalimán”, como aclaró una matrona a un atrevido joven despotricando del “gobierno dictatorial” en medio del radiante Sol Insular.
        No tendrá razón “pelo e bochinche” con su expresión, que como avance de un transporte privado pasa por todos los establecimientos bien caros y mejor surtidos de la ciudad capital; llevando y trayendo gente humilde y valerosa que sigue en la lucha social; pues de otra manera no veo trazos de flaqueza en la herencia legada por nuestros libertadores margariteños. Aquí nadie se rinde, carajo.

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